jueves, 22 de septiembre de 2011

Shut up!

 No, ya no quiero oír lo de siempre. No quiero oír malas noticias, malentendidos de los que nadie tiene la culpa, arrepentimientos ni lamentos. Eso es muy fácil de oír hoy en día, solo tienes que salir a la calle y ver lo que reflejan las caras rutinarias de la gente. Tampoco quiero oír des amores , ni decepciones de ningún tipo. No quiero oír proyectos anulados, sueños por cumplir. Los hay, y miles. Miles de finales que parecía que no llegarían o al menos que serían buenos. Hay tantas cosas que se quedan por el camino, tantas cosas que no son como deberían que, no quiero oírlas más. Estaría muy bien ignorar esas cosas, no nos afectaría a nadie y nadie les daría importancia. Las cosas especiales son las buenas, las que pasan muy pocas veces, las que recordamos siempre como un gran momento que pasamos en esta vida que, no espera a nadie. Hay miles, millones de motivos para no ser feliz en este mundo, millones de cosas que pueden afectarnos. Aunque, superarlas, es un buen motivo para ser feliz. Y, si vas a decir algo que no me haga sonreír y que no me interese, mejor calla.

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